San Francisco de Asís

San Francisco de Asís, nacido como Giovanni di Pietro di Bernardone, fue un religioso italiano del siglo XIII que revolucionó la espiritualidad cristiana. Conocido como «Il Poverello» (el pobrecillo), renunció a una vida de lujos para seguir radicalmente a Cristo en la pobreza, fundando la orden franciscana.

Su conversión fue dramática: de joven burgués amante de las fiestas y la guerra, se transformó en el santo de la paz, la sencillez y el amor a la creación. Recibió los estigmas de Cristo, siendo el primer estigmatizado de la historia. Su carisma atrajo a miles de seguidores y su influencia transformó la Iglesia medieval, recordándole su vocación evangélica de pobreza y servicio.

Francisco vivió en la Italia medieval del siglo XII-XIII, época de grandes transformaciones. Asís era una próspera ciudad comercial donde su padre, Pietro di Bernardone, era un rico mercader de telas. La sociedad feudal daba paso al comercio urbano, pero también crecían las desigualdades sociales.

La Iglesia atravesaba una crisis de credibilidad por la riqueza del clero y la corrupción. Francisco, tras escuchar a Cristo en la iglesia de San Damián («Ve y repara mi casa que se está cayendo»), inició una reforma espiritual basada en la pobreza evangélica. Su movimiento franciscano, aprobado por el Papa Inocencio III en 1210, revitalizó la Iglesia desde dentro con una propuesta radical de seguimiento de Cristo.

San Francisco murió el 3 de octubre de 1226 en la Porciúncula, pero la Iglesia celebra su fiesta el 4 de octubre. Murió cantando el Salmo 142, rodeado de sus hermanos y pidiendo perdón por sus faltas. Sus últimas palabras expresaron su gratitud a Dios por la vida y su amor fraternal.

Fue canonizado extraordinariamente rápido, apenas dos años después de su muerte, por el Papa Gregorio IX en 1228. En 1939, Pío XII lo proclamó patrono de Italia junto a Santa Catalina de Siena, y en 1979, Juan Pablo II lo declaró patrono de los ecologistas por su amor a la creación.