San Policarpo
Discípulo de San Juan y mártir de Esmirna
¿Quién fue San Policarpo?
San Policarpo fue obispo de Esmirna (actual Izmir, Turquía) en el siglo II y uno de los Padres Apostólicos más importantes. Discípulo directo del apóstol San Juan Evangelista, constituye un eslabón fundamental entre la época apostólica y la Iglesia post-apostólica, siendo testigo viviente de la tradición apostólica.
Destacó por su defensa de la ortodoxia cristiana frente a las herejías gnósticas, especialmente contra Marción y Valentín. Su carta a los Filipenses es uno de los documentos más antiguos del cristianismo post-apostólico. Murió mártir a los 86 años durante la persecución de Marco Aurelio, siendo quemado vivo en la hoguera. Su martirio está documentado en el «Martyrium Polycarpi», uno de los primeros relatos de martirio que conservamos.
Contexto Histórico
Policarpo vivió entre aproximadamente el año 69 y 155, abarcando todo el siglo II. Fue contemporáneo del emperador Trajano, Adriano y Marco Aurelio, época de relativa prosperidad del Imperio Romano pero también de persecuciones esporádicas contra los cristianos. Esmirna era una próspera ciudad comercial del Asia Menor con una importante comunidad cristiana.
Su época estuvo marcada por la aparición de las primeras herejías importantes, especialmente el gnosticismo y el marcionismo, que negaban la realidad de la encarnación de Cristo. Policarpo viajó a Roma hacia 154 para discutir con el Papa Aniceto la fecha de celebración de la Pascua, mostrando las primeras tensiones entre las tradiciones oriental y occidental. Su martirio ocurrió durante unos juegos públicos, cuando la multitud pidió su muerte gritando: «¡Fuera los ateos! ¡Búsquese a Policarpo!»
¿Por qué el 23 de febrero?
San Policarpo fue martirizado el 23 de febrero del año 155 (o 156 según algunos cálculos) en Esmirna, durante la persecución bajo Marco Aurelio. Tenía 86 años cuando fue arrestado y llevado al estadio para ser ejecutado ante una multitud hostil.
Cuando el procónsul le pidió que maldijera a Cristo para salvar su vida, Policarpo respondió con las famosas palabras: «Ochenta y seis años hace que le sirvo, y ningún mal me ha hecho. ¿Cómo puedo blasfemar de mi Rey, que me ha salvado?» Fue condenado a morir quemado, pero según el relato del martirio, las llamas no lo dañaron, por lo que finalmente fue atravesado con una daga.
«Ochenta y seis años hace que le sirvo, y ningún mal me ha hecho. ¿Cómo puedo blasfemar de mi Rey?»
💫 Su Relevancia Hoy
En una época de relativismo doctrinal, San Policarpo nos recuerda la importancia de mantener la fidelidad a la tradición apostólica y la ortodoxia de la fe. Su ejemplo de perseverancia durante 86 años de servicio inspira especialmente a los ancianos y a quienes han dedicado toda su vida al servicio de Cristo. Para los pastores de la Iglesia, es modelo de firmeza doctrinal combinada con caridad pastoral.
Reflexión del Día
«San Policarpo, fiel discípulo de Juan y testigo de la tradición apostólica, enséñanos la perseverancia en la fe a lo largo de toda la vida. Ayúdanos a defender la verdad con valentía pero también con caridad, siguiendo tu ejemplo de fidelidad inquebrantable a Cristo.»
— Inspirado en su fidelidad heroica
¿Te llamas Policarpo?
Conecta con el mártir de Esmirna y descubre cómo tu nombre puede inspirar tu fidelidad inquebrantable a Cristo.
Descubre el significado de tu nombre