San Juan Cancio

San Juan Cancio (1390-1473) fue un sacerdote y profesor polaco que se convirtió en modelo de santidad académica y caridad heroica. Nacido en Kęty, cerca de Cracovia, estudió en la Universidad de Cracovia donde posteriormente enseñó filosofía y teología durante más de cuarenta años. Era conocido por sus extraordinarios conocimientos pero especialmente por su humildad y generosidad hacia los pobres.

Vivía con extrema austeridad, durmiendo en el suelo y comiendo solo lo indispensable para poder dar todo lo demás a los necesitados. Era famoso por regalar incluso su ropa a los mendigos, llegando a casa a veces semi-desnudo. Realizó varias peregrinaciones a pie a Roma y Jerusalén, caminando descalzo. Sus estudiantes lo veneraban no solo por su sabiduría sino por su bondad paternal. Al final de su vida se retiró a la parroquia de Santa Ana en Cracovia, donde murió rodeado de la veneración popular. Es patrono de Polonia y de los profesores universitarios.

Juan Cancio vivió durante el siglo XV, época de gran florecimiento cultural y religioso en Polonia. La Universidad de Cracovia, fundada en 1364, se había convertido en uno de los centros intelectuales más importantes de Europa Oriental. Su época coincidió con el Concilio de Constanza (1414-1418) y los movimientos de reforma eclesiástica pre-tridentinos.

Polonia experimentaba entonces su Siglo de Oro bajo la dinastía Jagellón, con gran desarrollo económico y cultural. El país se consolidaba como potencia europea y baluarte del catolicismo frente al avance turco y las herejías hussitas. Juan Cancio encarnó el ideal del intelectual cristiano que combina sabiduría académica con santidad personal, anticipando el humanismo cristiano renacentista. Su influencia en la Universidad de Cracovia se mantuvo durante siglos, creando una tradición de profesores santos.

San Juan Cancio murió el 24 de diciembre de 1473 en Cracovia, en la víspera de Navidad, después de una vida dedicada completamente al estudio, la enseñanza y la caridad. La Iglesia celebra su memoria el 23 de diciembre, víspera de su muerte, para no interferir con la solemnidad navideña.

Fue canonizado en 1767 por Clemente XIV, siendo el primer santo polaco canonizado oficialmente por Roma. Su festividad en vísperas de Navidad es profundamente simbólica: su caridad heroica hacia los pobres lo convierte en perfecto preparador de la Navidad, que celebra a Cristo nacido pobre. Es patrono de Polonia, Lituania y de los profesores universitarios. Su tumba en Cracovia se convirtió en centro de peregrinación, especialmente para estudiantes y académicos que buscan su intercesión.