San Juan Fisher

San Juan Fisher (1469-1535) fue obispo de Rochester, humanista refinado, teólogo brillante y el único prelado inglés que se opuso públicamente al cisma de Enrique VIII. Formado en Cambridge, donde llegó a ser canciller, fue uno de los intelectuales más destacados de su época, amigo de Erasmo y Tomás Moro, y defensor ardiente de la reforma católica auténtica frente a los abusos de la época. Su erudición bíblica y patrística lo convirtieron en uno de los teólogos más respetados de Europa.

Como obispo, Fisher se distinguió por su celo pastoral, predicación elocuente y vida austera, siendo modelo del prelado reformador que el Concilio de Trento promovería décadas después. Su oposición al divorcio de Enrique VIII y su negativa a reconocer la supremacía real sobre la Iglesia lo llevaron al martirio en 1535. Fue el único obispo inglés que mantuvo su fidelidad a Roma hasta el final, pagando con su vida la coherencia entre su fe y sus convicciones. Canonizado junto a Tomás Moro en 1935, es patrono de los obispos perseguidos.

Fisher vivió la época dorada del humanismo cristiano inglés, siendo contemporáneo de Erasmo, Colet y Tomás Moro. Como canciller de Cambridge, promovió los estudios bíblicos y patrísticos, introduciendo el griego y el hebreo en el curriculum universitario. Su episcopado en Rochester (1504-1535) coincidió con los inicios de la Reforma protestante en el continente, escribiendo obras contra Lutero que lo establecieron como uno de los principales apologetas católicos de su tiempo.

El conflicto decisivo surgió cuando Enrique VIII solicitó el divorcio de Catalina de Aragón. Fisher, como teólogo y canonista experto, defendió la validez del matrimonio real y se opuso firmemente a la anulación. Cuando el rey promulgó el Acta de Supremacía declarándose cabeza de la Iglesia inglesa, Fisher fue el único obispo que se negó a jurar, siendo encarcelado en la Torre de Londres. Su ejecución el 22 de junio de 1535, apenas cinco días antes que Tomás Moro, marcó el inicio de la persecución sistemática del catolicismo en Inglaterra.

San Juan Fisher fue ejecutado el 22 de junio de 1535, fecha que se convirtió en su dies natalis (día del nacimiento al cielo). La Iglesia celebra su festividad junto a Santo Tomás Moro en esta misma fecha, uniendo litúrgicamente a los dos grandes mártires ingleses del siglo XVI que compartieron amistad, convicciones y destino final.

La proximidad temporal de sus muertes (Fisher el 22 de junio, Moro el 6 de julio) permitió a la liturgia crear una memoria común que subraya cómo no murieron aislados sino como representantes de la Iglesia católica inglesa que permanecía fiel a Roma. La celebración conjunta el 22 de junio destaca que su testimonio trascendió las diferencias de estado (eclesiástico y laical) para convertirse en símbolo universal de la fidelidad católica ante la presión política. Su canonización simultánea en 1935 reforzó esta unidad martirial que la liturgia perpetúa.