San Nereo y Aquileo
Los soldados convertidos que cambiaron la espada por la fe
¿Quiénes fueron San Nereo y Aquileo?
San Nereo y Aquileo fueron dos soldados romanos que, tras su conversión al cristianismo, abandonaron la carrera militar por incompatibilidad con su nueva fe y sufrieron el martirio durante las persecuciones del siglo I o II. Según la tradición, sirvieron como guardaespaldas de Flavia Domitilla, sobrina del emperador Domiciano, y fue a través de ella como conocieron el cristianismo, experimentando una conversión tan radical que los llevó a rechazar el servicio militar por considerarlo incompatible con el Evangelio de Cristo.
Su historia representa el dramático cambio de vida que produce el encuentro auténtico con Cristo: de soldados del César a soldados de Cristo, de servidores del poder imperial a testigos del Reino de Dios. La tradición los presenta como ejemplo de conversión heroica que no se contenta con un cristianismo tibio sino que asume todas las consecuencias de la fe, incluso cuando ello implica renunciar a privilegios, seguridad económica y prestigio social. Su martirio coronó una vida de coherencia cristiana radical, mostrando que hay momentos en que la fidelidad a Cristo exige sacrificios extremos.
Contexto Histórico
Nereo y Aquileo vivieron en la época de expansión del cristianismo primitivo dentro del mismo corazón del Imperio Romano, cuando la nueva fe comenzaba a penetrar incluso en las familias imperiales. Su vinculación con Flavia Domitilla ilustra cómo el cristianismo se extendía a través de redes familiares y sociales, llegando a los estratos más altos de la sociedad romana, incluidos pretorianos y funcionarios palatinos.
Su decisión de abandonar la carrera militar plantea una de las cuestiones éticas más complejas del cristianismo primitivo: la compatibilidad entre fe cristiana y servicio militar en un imperio pagano. Mientras algunos cristianos como el centurión Cornelio permanecieron en el ejército, otros como Nereo y Aquileo consideraron incompatible servir a Cristo y al César cuando este exigía participar en cultos idolátricos o ejecutar persecuciones contra hermanos en la fe. Su postura prefigura las tensiones que llevarían siglos después al desarrollo de la doctrina de la guerra justa y la objeción de conciencia cristiana.
¿Por qué el 12 de mayo?
La festividad del 12 de mayo corresponde a la fecha tradicional de su martirio o, según algunas fuentes, a la dedicación de una basílica romana construida sobre su sepulcro en la Via Ardeatina. Esta iglesia, mencionada ya en el siglo V, conservó la memoria de estos soldados mártires y estableció el dies natalis de su celebración litúrgica, vinculándolos definitivamente en el calendario cristiano.
La celebración en mayo, tiempo pascual, es particularmente apropiada para recordar a estos santos cuya conversión ejemplifica la victoria de Cristo resucitado sobre las estructuras del mundo antiguo. Su transformación de soldados imperiales en mártires cristianos simboliza el triunfo pascual del amor sobre la violencia, de la fe sobre el poder temporal. La fecha permite contemplar cómo la Resurrección de Cristo continúa transformando vidas, incluso en los ambientes menos favorables al Evangelio, demostrando que no hay corazón tan endurecido que no pueda ser alcanzado por la gracia divina.
"Preferimos servir al Rey eterno antes que al emperador temporal"
💫 Su Relevancia Hoy
San Nereo y Aquileo son especialmente relevantes para militares, policías y agentes de seguridad que deben conciliar su fe cristiana con el ejercicio legítimo de la autoridad civil. Su ejemplo plantea interrogantes actuales sobre los límites éticos del poder estatal y la objeción de conciencia en situaciones moralmente ambiguas. Para todos los cristianos, representan la valentía de asumir conversiones radicales que implican cambios profesionales y sociales costosos. Su testimonio interpela a quienes buscan un cristianismo cómodo que no perturbe estructuras injustas, recordando que la coherencia evangélica puede exigir sacrificios materiales significativos. En una época de relativismo moral, Nereo y Aquileo muestran que existen principios no negociables.
Reflexión del Día
"San Nereo y Aquileo, soldados convertidos en testigos de Cristo, ayudadnos a tener el valor de cambiar lo que sea necesario en nuestras vidas para seguir coherentemente el Evangelio. Interceded por quienes sirven en fuerzas armadas y de seguridad para que defiendan siempre la justicia y protejan a los inocentes. Que vuestro ejemplo nos inspire a no conformarnos con un cristianismo tibio sino a asumir todas las consecuencias de nuestra fe."
— Oración a San Nereo y Aquileo
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