San Bernabé

San Bernabé (siglo I) fue uno de los apóstoles más importantes de la Iglesia primitiva y el gran compañero misionero de San Pablo. Su nombre original era José, pero los apóstoles lo llamaron Bernabé, que significa "hijo de la consolación" o "hijo del consuelo", por su carácter bondadoso y su capacidad para animar a otros en la fe.

Judío de la diáspora nacido en Chipre, era primo de San Marcos Evangelista y poseía grandes riquezas que vendió para ponerlas a disposición de la comunidad apostólica. Fue quien presentó a Saulo (futuro San Pablo) ante los apóstoles después de su conversión, cuando todos desconfiaban del antiguo perseguidor. Acompañó a Pablo en su primer viaje misionero, evangelizando Chipre, Antioquía de Pisidia, Iconio, Listra y Derbe. Aunque se separaron temporalmente por una disputa sobre Marcos, ambos siguieron colaborando en la obra evangelizadora. Según la tradición, fue martirizado en Chipre, isla de la que es patrono.

Bernabé vivió durante la época heroica de la expansión cristiana primitiva (años 30-70 d.C.), cuando la Iglesia naciente debía resolver el fundamental problema de la incorporación de los gentiles. Antioquía, donde Bernabé ejerció un papel crucial, se convirtió en el primer gran centro cristiano fuera de Jerusalén y cuna de la misión a los paganos.

Su papel fue determinante en dos momentos decisivos: la aceptación de Pablo en la comunidad apostólica y la resolución del conflicto sobre la circuncisión de los gentiles. En el Concilio de Jerusalén (año 50), Bernabé y Pablo defendieron juntos la libertad de los gentiles convertidos frente a las exigencias de los judaizantes. Su separación posterior con Pablo por el caso de Marcos demuestra que incluso los santos pueden tener diferencias, pero sin romper la comunión fundamental en Cristo.

San Bernabé fue martirizado probablemente el 11 de junio del año 61 en Salamina, Chipre, su isla natal, donde había regresado para continuar la evangelización. Según la tradición, fue lapidado por los judíos que se oponían a su predicación cristiana.

Su festividad se celebra desde muy antiguo en esta fecha tanto en Oriente como en Occidente. Es especialmente venerado en Chipre, donde es patrono nacional, y en Malta, donde la tradición dice que fue obispo antes de su martirio. Su tumba fue descubierta en el siglo V con una copia del Evangelio de Mateo escrita de su puño y letra. Es invocado como protector de la concordia y la reconciliación, recordando su papel pacificador en la Iglesia primitiva.