San José de Calasanz

San José de Calasanz (1557-1648) fue un sacerdote español que revolucionó la educación europea al crear el primer sistema de escuelas populares gratuitas de la historia. Nacido en Peralta de la Sal, Aragón, abandonó una prometedora carrera eclesiástica en España para dedicarse en Roma a la educación de los niños pobres, fundando en 1597 la primera escuela gratuita en el barrio del Trastevere.

En 1617 fundó la Orden de los Clérigos Regulares Pobres de la Madre de Dios de las Escuelas Pías (Escolapios), primera congregación religiosa dedicada exclusivamente a la educación. Su método pedagógico era revolucionario: educación gratuita, obligatoria y popular, enseñando simultáneamente religión, lectura, escritura, aritmética y conocimientos prácticos. Sufrió graves persecuciones internas que llevaron a la supresión temporal de su orden, pero nunca abandonó su misión educativa. Murió pobre y humillado, pero había sentado las bases de la educación moderna.

José de Calasanz vivió durante la Contrarreforma católica, época de renovación religiosa pero también de grandes desigualdades sociales. En el siglo XVI-XVII, la educación era privilegio exclusivo de las clases altas, mientras que la inmensa mayoría de la población permanecía analfabeta. Su innovación de escuelas gratuitas para todos fue vista con sospecha tanto por las autoridades civiles como eclesiásticas.

Su obra se desarrolló principalmente en la Roma papal, donde la pobreza infantil era dramática. Los niños pobres vagaban por las calles sin educación ni perspectivas de futuro. La propuesta de Calasanz de educar gratuitamente a estos niños, sin distinción de clase social, fue considerada subversiva por quienes veían en la educación popular una amenaza al orden establecido. Su orden sufrió persecuciones internas, intrigas y fue temporalmente suprimida en 1646, dos años antes de su muerte. Solo después se reconoció su genialidad pedagógica.

San José de Calasanz murió el 25 de agosto de 1648 en Roma, a los 90 años, después de más de medio siglo dedicado a la educación de los niños pobres. Sus últimas palabras fueron dirigidas a sus religiosos: "Os dejo a los niños pobres por herencia". Murió pobre y aparentemente fracasado, pues su orden había sido suprimida dos años antes.

Fue beatificado en 1748 por Benedicto XIV y canonizado en 1767 por Clemente XIV. En 1948, Pío XII lo proclamó "Patrono celestial de todas las escuelas populares cristianas del mundo". Su orden fue restablecida y se extendió por Europa, América y Asia, fundando miles de escuelas. Es considerado precursor de la educación pública moderna y sus métodos pedagógicos influyeron en reformadores como Pestalozzi y Fröbel. En España, los colegios escolapios siguen siendo referencia educativa, y su lema "Piedad y Letras" resume su síntesis educativa integral.