Santa Ángela de la Cruz

Santa Ángela de la Cruz, nacida María de los Ángeles Guerrero González, fue una religiosa española del siglo XIX-XX que dedicó su vida al servicio de los más pobres y abandonados. Conocida como «la Madre de los pobres», fundó la Congregación de las Hermanas de la Compañía de la Cruz en Sevilla.

Su carisma se centraba en «ser pobre con los pobres para llevarlos a Cristo». Vivía una pobreza radical, compartiendo las condiciones de vida de los más necesitados. Su casa en el barrio sevillano de San Bernardo se convirtió en refugio de huérfanos, ancianos, enfermos y desamparados. Su santidad brilló especialmente durante la epidemia de cólera de 1885, cuando se entregó heroicamente al cuidado de los enfermos.

Ángela vivió en la Sevilla del siglo XIX, época de grandes contrastes sociales. Nacida en 1846 en una familia humilde del barrio de la Macarena, experimentó desde niña la realidad de la pobreza. La ciudad sufría epidemias frecuentes, especialmente de cólera, que diezmaban a las clases populares.

En una época de transformaciones sociales y anticlericalismo, Ángela supo encontrar formas nuevas de vivir la vida religiosa. Su congregación no usaba hábito tradicional para poder acceder mejor a los hogares pobres. Durante la epidemia de cólera de 1885, cuando muchos huían de la ciudad, ella permaneció cuidando a los enfermos, ganándose el amor y respeto de toda Sevilla, incluso de los no creyentes.

Santa Ángela de la Cruz murió el 2 de marzo de 1932 en Sevilla, a los 85 años, después de una vida completamente entregada a los pobres. Su muerte fue llorada por toda la ciudad, donde era conocida y venerada como una santa en vida.

Fue beatificada por Juan Pablo II en 1982 durante su visita a Sevilla, en un emotivo acto donde el Papa destacó su testimonio de caridad heroica. Su canonización tuvo lugar en Madrid el 4 de mayo de 2003, también por Juan Pablo II, quien la proclamó como modelo de entrega evangélica a los más necesitados.