San Felipe Neri

San Felipe Neri (1515-1595) fue un sacerdote florentino que se convirtió en el "Apóstol de Roma" y fundador de la Congregación del Oratorio. Conocido como "el santo de la alegría" por su carácter jovial y su pedagogía espiritual basada en el humor y la amabilidad, revolucionó la vida religiosa romana del siglo XVI. Felipe llegó a Roma siendo joven comerciante, pero tras una profunda conversión se dedicó enteramente a la evangelización de los romanos, especialmente de la juventud, usando métodos pastorales innovadores y atractivos.

Su "Oratorio" comenzó como reuniones informales donde se combinaban la oración, la música, las conferencias espirituales y la conversación amena, creando un ambiente de familiaridad cristiana que atraía a personas de todas las clases sociales. Felipe demostró que la santidad no requiere rostro severo sino corazón alegre, y que la reforma de las costumbres se logra mejor con dulzura que con severidad. Ordenado sacerdote a los 36 años, vivió en San Jerónimo de la Caridad y luego en la Chiesa Nuova, donde su confesonario se convirtió en centro de renovación espiritual. Canonizado en 1622, es patrono de la juventud, los educadores y Roma.

Felipe Neri vivió durante el Renacimiento tardío y la Contrarreforma, época de profundas transformaciones culturales y religiosas. La Roma de su tiempo experimentaba el contraste entre el esplendor artístico renacentista y la crisis moral que había provocado la Reforma protestante. Mientras el Concilio de Trento establecía las bases doctrinales de la renovación católica, Felipe desarrolló la dimensión pastoral y popular de esta reforma.

Su ministerio en Roma coincidió con los pontificados reformadores que siguieron a Trento, cuando la Ciudad Eterna se convertía nuevamente en centro de renovación católica mundial. Felipe complementó la obra de otros grandes reformadores como San Carlos Borromeo o San Ignacio de Loyola, pero con un estilo único: mientras otros enfatizaban la disciplina y la doctrina, él apostó por la alegría y la humanidad cristiana. Su Oratorio influyó profundamente en la cultura musical y teatral católica, dando origen al género musical del oratorio. Su método pastoral inspiró la pedagogía salesiana posterior y demostró que la evangelización puede ser simultáneamente profunda y atractiva.

San Felipe Neri murió el 26 de mayo de 1595 en Roma, tras una vida enteramente dedicada a la evangelización de la Ciudad Eterna. Su muerte ocurrió poco después de celebrar misa y confesarse, rodeado del cariño de sus discípulos oratorianos que lo veneraban como padre espiritual. Esta fecha se convirtió inmediatamente en su dies natalis, celebrado desde entonces en Roma con especial solemnidad.

La celebración el 26 de mayo, al final del tiempo pascual, es especialmente apropiada para recordar a quien hizo de la alegría cristiana su carisma distintivo. Como la Resurrección de Cristo es fuente de gozo inextinguible, Felipe demostró que la santidad auténtica produce alegría contagiosa, no melancolía. La proximidad a Pentecostés subraya los dones carismáticos que Felipe recibió: éxtasis, profecía, lectura de corazones y especialmente el don de atraer las almas hacia Dios con la dulzura del Espíritu Santo. Su festividad en mayo, mes mariano, recuerda también su tierna devoción a la Virgen María, que transmitió a sus discípulos como modelo de docilidad al Espíritu.