Santa Marta

La hermana de Lázaro que sirvió a Jesús con amor activo

Se celebra el 29 de julio

¿Quién fue Santa Marta?

Santa Marta fue una de las discípulas más cercanas de Jesús, hermana de María de Betania y Lázaro, que hospedó al Señor en su casa durante sus estancias en Judea. Los evangelios la presentan como una mujer trabajadora, práctica y de corazón generoso que expresaba su amor a Cristo a través del servicio concreto y la hospitalidad. Su casa en Betania se convirtió en lugar de descanso y refugio para Jesús durante sus últimos meses de ministerio público.

Marta es célebre por su diálogo con Jesús cuando se quejó de que su hermana María la dejaba sola con el servicio doméstico mientras escuchaba al Maestro. La respuesta de Cristo - "Marta, Marta, te afanas por muchas cosas, pero una sola es necesaria" - no fue un reproche sino una invitación al equilibrio entre acción y contemplación. Su gran fe se manifestó especialmente durante la muerte de Lázaro, cuando proclamó: "Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo", una de las confesiones de fe más sublimes del Nuevo Testamento. Es venerada como patrona de las amas de casa, cocineros, hosteleros y todos quienes sirven a otros, demostrando que la santidad puede vivirse en las tareas más ordinarias cuando se realizan por amor a Cristo.

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Contexto Histórico

Santa Marta vivió en la Palestina del siglo I, en Betania, pequeña aldea situada a unos tres kilómetros de Jerusalén en la ladera oriental del Monte de los Olivos. Su familia parece haber gozado de cierta posición económica, ya que poseían una casa lo suficientemente amplia para hospedar a Jesús y sus discípulos. En la cultura judía de la época, las mujeres tenían roles domésticos definidos, pero Jesús revolucionó estas costumbres al permitir que tanto Marta como María participaran activamente en su ministerio.

El episodio de la resurrección de Lázaro, hermano de Marta, ocurrió durante los últimos meses del ministerio público de Jesús, cuando las tensiones con las autoridades religiosas judías alcanzaban su punto culminante. La casa de Betania se convirtió en refugio estratégico donde Jesús podía descansar lejos de las multitudes y prepararse espiritualmente para la Pasión. La hospitalidad de Marta ilustra la importancia de las mujeres en el movimiento cristiano primitivo, no solo como beneficiarias sino como colaboradoras activas en la misión evangelizadora. Su figura ha inspirado durante veinte siglos a quienes buscan santificarse a través del servicio doméstico y la hospitalidad cristiana.

¿Por qué el 29 de julio?

La festividad de Santa Marta se celebra el 29 de julio según una tradición litúrgica que se remonta a los primeros siglos del cristianismo. Aunque no conocemos la fecha exacta de su muerte, la Iglesia estableció esta memoria para honrar a quien fue tan cercana a Jesús y modelo de servicio cristiano. La fecha se ha mantenido constante en los calendarios litúrgicos tanto oriental como occidental.

La celebración en pleno verano es especialmente apropiada pues evoca la hospitalidad cálida que Marta ofrecía a Jesús en su casa de Betania. Julio, mes de vacaciones y reuniones familiares en muchas culturas, es ideal para recordar a quien hizo de su hogar un santuario de acogida cristiana. Su festividad dos días antes de San Ignacio de Loyola (31 julio) crea una hermosa secuencia entre la santidad doméstica de Marta y la espiritualidad apostólica ignaciana. La proximidad al final del mes permite contemplar cómo el servicio aparentemente ordinario de Marta se convierte en modelo extraordinario de disciplado, recordando que la santidad no depende de obras espectaculares sino de la fidelidad amorosa en lo cotidiano.

3 km de Jerusalén
I siglo d.C.

"Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que has venido al mundo"

💫 Su Relevancia Hoy

Santa Marta mantiene extraordinaria relevancia para millones de mujeres y hombres que buscan santificarse a través del trabajo doméstico, la hospitalidad y el cuidado familiar. Su ejemplo demuestra que las tareas aparentemente mundanas - cocinar, limpiar, atender invitados - pueden convertirse en oración cuando se realizan por amor a Cristo presente en los hermanos. Para madres de familia agobiadas por múltiples responsabilidades, Marta ofrece comprensión y modelo de cómo integrar servicio activo con vida espiritual profunda. Su patronazgo sobre cocineros, hosteleros y trabajadores domésticos dignifica estos oficios como auténticas vocaciones cristianas. En una época que devalúa el trabajo doméstico, Marta recuerda que servir en el hogar es colaborar en la misión de Cristo. Para comunidades cristianas, su hospitalidad inspira la acogida generosa de forasteros y necesitados como forma concreta de evangelización.

Reflexión del Día

"Santa Marta, discípula fiel que serviste a Jesús con amor activo y generoso, ayúdanos a encontrar a Cristo en las tareas cotidianas del hogar y el trabajo. Intercede por todas las madres de familia y trabajadores domésticos para que descubran la dignidad de su servicio. Que tu ejemplo nos enseñe a equilibrar la acción con la contemplación, y a confesar como tú que Jesús es verdaderamente el Cristo, el Hijo de Dios vivo. Haznos instrumentos de hospitalidad cristiana en nuestros hogares y comunidades."

— Oración a Santa Marta

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