Santiago Apóstol

Santiago el Mayor (†44) fue uno de los doce apóstoles de Jesús, hermano de Juan Evangelista e hijo del pescador Zebedeo. Llamado "Boanerges" (Hijo del Trueno) por su carácter impetuoso, formó parte del círculo íntimo de Cristo junto con Pedro y Juan, siendo testigo privilegiado de la Transfiguración, la agonía en Getsemaní y otros momentos culminantes del ministerio de Jesús. Primer apóstol mártir, fue decapitado por orden del rey Herodes Agripa en Jerusalén hacia el año 44.

Según la tradición española, Santiago evangelizó la Península Ibérica antes de su martirio, y sus restos fueron trasladados milagrosamente a Galicia, donde se descubrieron en el siglo IX, dando origen al famoso Camino de Santiago. Se convirtió en el gran patrono de la Reconquista española, apareciendo legendariamente en batallas decisivas contra los musulmanes como "Santiago Matamoros". Su santuario en Santiago de Compostela se transformó en uno de los centros de peregrinación más importantes de la cristiandad medieval, solo comparable con Roma y Jerusalén. Proclamado patrono de España, Santiago simboliza el espíritu misionero que llevó la fe católica a América y el compromiso de la hispanidad con la evangelización universal. Su festividad del 25 de julio es fiesta nacional en España y celebración central de la identidad católica hispana.

Santiago vivió los momentos fundacionales del cristianismo, desde la llamada junto al mar de Galilea hasta su martirio en la primera persecución sistemática contra los apóstoles. Su ejecución por Herodes Agripa I marcó el inicio de la dispersión apostólica que llevaría el Evangelio hasta los confines del mundo conocido. La tradición de su evangelización de España, aunque debatida históricamente, se arraigó profundamente en la identidad española.

El "descubrimiento" de su sepulcro en Compostela durante el reino de Alfonso II el Casto (siglo IX) transformó la historia de España y Europa. Santiago se convirtió en símbolo de la resistencia cristiana contra el Islam, inspirando la Reconquista durante ocho siglos. Su figura evolucionó desde apóstol pescador hasta guerrero místico que aparecía en batallas decisivas como Clavijo y Las Navas de Tolosa. El Camino de Santiago estructuró cultural y económicamente el norte de España, creando la primera "ruta turística" europea y consolidando vínculos transnacionales que prefiguraron la unidad europea. La devoción jacobea acompañó la expansión española por América, donde Santiago fue venerado como evangelizador del Nuevo Mundo, estableciendo una identidad católica hispana que perdura en la actualidad.

La festividad del 25 de julio conmemora el día del "descubrimiento" del sepulcro de Santiago en Compostela, según la tradición jacobea del siglo IX. Esta fecha se convirtió en el dies natalis litúrgico del apóstol, aunque su martirio ocurrió en primavera del año 44. La elección del 25 de julio consolidó la vinculación definitiva entre Santiago y España, estableciendo una festividad nacional que perdura hasta hoy.

La celebración en pleno verano es especialmente apropiada para las peregrinaciones jacobeas, cuando las condiciones climáticas favorecen el Camino de Santiago que culmina tradicionalmente en esta fecha. Su festividad al final de julio corona el mes con la figura del gran patrono hispano, creando un momento de máxima intensidad cultural y religiosa en España. La proximidad a San Joaquín y Santa Ana (26 julio) establece una secuencia que va desde el apóstol evangelizador hasta los abuelos de Jesús, conectando la misión apostólica con la tradición familiar cristiana. El 25 de julio cuando coincide en domingo se proclama "Año Santo Compostelano", atrayendo millones de peregrinos de todo el mundo que confirman la vigencia universal de la devoción jacobea en el siglo XXI.