San Bartolomé

San Bartolomé fue uno de los doce apóstoles de Jesús, mencionado en las listas apostólicas de los Evangelios sinópticos y los Hechos de los Apóstoles. Muchos estudiosos lo identifican con Natanael, el discípulo presentado por Felipe a Jesús en el Evangelio de Juan, quien inicialmente mostró escepticismo ("¿De Nazaret puede salir algo bueno?") pero que al conocer a Cristo exclamó: "Rabbí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel".

Según la tradición, tras Pentecostés se dedicó a la predicación misionera llevando el Evangelio a regiones muy lejanas del mundo conocido. Las fuentes antiguas lo sitúan predicando en Armenia, India, Mesopotamia, Persia y posiblemente Etiopía. Su martirio, según diferentes tradiciones, ocurrió en Armenia donde fue desollado vivo y luego decapitado por orden del rey Astiages, hermano del rey Polimio que se había convertido al cristianismo por la predicación del apóstol. Es considerado el evangelizador de Armenia y la India.

Bartolomé vivió durante el período de expansión inicial del cristianismo en el siglo I, época en que los apóstoles llevaron el mensaje evangélico más allá de las fronteras del Imperio Romano. Su misión se desarrolló en territorios del Imperio Parto y reinos independientes de Asia, regiones de gran diversidad cultural y religiosa donde el cristianismo primitivo echó raíces profundas.

Armenia, donde según la tradición más sólida desarrolló su principal actividad misionera, se convertiría en el primer reino oficialmente cristiano de la historia (301 d.C.) bajo el rey Tiridates III, posiblemente por la semilla evangelizadora plantada por Bartolomé y otros misioneros apostólicos. Su presencia en la India es recogida por historiadores como Eusebio de Cesarea, quien menciona que Panteno de Alejandría encontró allí en el siglo II un evangelio de Mateo en hebreo dejado por Bartolomé. Esto testimonia las extraordinarias distancias que recorrieron los primeros misioneros cristianos.

San Bartolomé es venerado el 24 de agosto según la tradición litúrgica occidental, fecha que se remonta a los primeros siglos del cristianismo. Esta fecha coincide con la dedicación de varias iglesias importantes consagradas al apóstol en Roma y otros lugares, estableciendo así la costumbre de celebrar su memoria en este día.

Su culto se extendió rápidamente por toda la cristiandad. En Roma, la iglesia de San Bartolomé en la Isla Tiberina conserva importantes reliquias del apóstol. Es patrono de Armenia (país que conserva la tradición más antigua sobre su predicación), de los curtidores y trabajadores del cuero (por su martirio de desollamiento), y de los carniceros. Su figura aparece frecuentemente en el arte cristiano portando su propia piel, símbolo de su martirio. La famosa pintura de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina lo representa de esta manera en el Juicio Final.