San Pío V

San Pío V (1504-1572) fue Papa desde 1566 hasta 1572 y una de las figuras más importantes de la Contrarreforma católica. Nacido como Antonio Ghislieri en una familia campesina humilde del Piamonte, ingresó a los 14 años en la Orden de Predicadores (dominicos). Se distinguió por su rigor moral, profunda piedad y firmeza doctrinal, llegando a ser Inquisidor General antes de su elección papal.

Su pontificado se caracterizó por la implementación rigurosa de las reformas del Concilio de Trento: reformó la Curia Romana, promulgó el Catecismo Romano, estableció el Breviario y Misal romanos que permanecieron prácticamente inalterados hasta el Vaticano II. Su acción más célebre fue la organización de la Liga Santa que venció a los turcos en la batalla naval de Lepanto (1571), salvando a la cristiandad europea de la invasión otomana. También excomunió a la reina Isabel I de Inglaterra por perseguir a los católicos.

Pío V pontificó en plena época de enfrentamiento entre la cristiandad y el Imperio Otomano, que había conquistado Constantinopla (1453) y amenazaba el corazón de Europa. Su papado también coincidió con la consolidación de la Reforma protestante y la necesidad urgente de aplicar las reformas tridentinas para revitalizar la Iglesia católica.

La situación era crítica: los turcos dominaban el Mediterráneo oriental, Inglaterra se había separado definitivamente de Roma, y el protestantismo avanzaba en Francia y Alemania. Pío V entendió que era necesario actuar simultáneamente en el frente espiritual (reforma interna) y temporal (defensa militar). Su éxito en Lepanto fue visto como milagroso: mientras la batalla se desarrollaba, el Papa rezaba en Roma y tuvo una visión de la victoria cristiana, instituyendo la fiesta del Rosario en acción de gracias.

San Pío V murió el 1 de mayo de 1572 en Roma, pero su fiesta se celebra el 30 de abril para no coincidir con la festividad de San José Obrero. Tenía 68 años y había gobernado la Iglesia durante seis años decisivos para el catolicismo post-tridentino.

Fue canonizado en 1712 por Clemente XI, siendo uno de los pocos papas canonizados en la época moderna. Su santificación se basó tanto en su vida personal de austeridad y oración como en su extraordinaria acción reformadora de la Iglesia. Es venerado especialmente por su defensa de la ortodoxia católica, su promoción del rezo del Rosario, y por haber salvado a Europa cristiana de la invasión turca. Su reforma litúrgica perduró durante cuatro siglos.